Creación de materiales.

Antes de dar a conocer mis artefactos, es de mi desagrado informarles que todas las fotos que poseía para mostrar el proceso de creación fueron usurpadas, ya que estaban dentro de mi celular :-( por lo que tuve que tomar fotos de los resultados finales nuevamente; de igual manera, enumeraré paso a paso todo lo que se debe seguir, como también alguno que otro video. 

🌞. Bitácora.
Creo que todo el progreso para llevarla a cabo fue de puro amor, concluyendo que el resultado me dejó más que feliz, a pesar de sus errores. 

Es bastante fácil realizarla, sólo se necesitan 50 hojas (cualquiera, hasta reutilizadas), aguja lanera y algo firme como para atar humitas (utilicé pitilla de algodón), cola fría resistente, trozos de cartón piedra a la medida (en este caso, usé dos tapas de un cuaderno viejo) y algo bonito al gusto para decorar. 

1. Las 50 hojas, de primera, se deben doblar cuidadosa y meticulosamente para que queden simétricas, creando un resultado de 100 hojas (la forma del doblez solo depende del gusto, al igual que la forma y tamaño de la libreta).
2. Preferiblemente se deben sujetar todas las hojas con lo que se tenga mano (los doble clip son susceptibles para esto). La idea es no dejar un espacio de separación entre ellas para luego, en el costado de las páginas dobladas, hacer líneas par (hice 6 debido al porte) con algún lápiz para que funcione como guía. 
3. Ya dibujadas las líneas y con sus respectivos doble clip, colocar en una prensa de madera o algo muy firme las 100 hojas (no tenía, así que con mi viejo ideamos una con dos trozos de madera, dos clavos y un par de claves. Funcionó a la perfección). Luego, con una sierra pequeña, trazamos las 6 líneas no tan agresivamente para no crear agujeros tan grandes, pero sí con firmeza. Ya con la pitilla enhebrada a la aguja, de adentro hacia afuera por el agujero de más abajo, pasarlo de la siguiente manera: (adjunto video al final de las instrucciones)
4. A continuación, y con la ayuda de un pincel, colocamos cola fría con cuidado para que al pasar los minutos no escurra hacia adentro. La dejé de estar toda la noche. 
5. Creando el exterior de la libreta, se deben tomar las medidas de las hojas y dejar los centímetros a gusto para hacer la portada y la parte trasera más grande; el costado también debe ser medido para colocar allí la parte de la costura.
6. Teniendo ya las 3 exteriores, pegué hojas que sobraban para unirlas con cola fría y un poco de agua, para así crear mayor firmeza. Luego de eso, corté los respectivos trozos de lana con los extremos más largos, para así tapar hacia su interior. 
7. Para crear un artefacto con mayor firmeza en sí mismo, pinté dos hojas de block con café y agua, para finalmente doblarla, pegar una hoja entera a la portada y la otra, tan solo una larga y estrecha parte, uniéndola a las 100 hojas blancas. Afirmando lo anterior mencionado con un libro, coloco pegamento al costado de las hojas y pego para mayor calidad. Hago exactamente lo mismo con las hojas finales. 

Como detalle, bordé un macho cabrío en una telita que se iba descosiendo cada vez más. 

🌞. Croquera.

Este proceso sí fue engorroso, ya que quise usar una técnica que jamás había utilizado: la costura japonesa. No me gusta mucho la terminación con respecto a los hilos saliendo a través de la tela, así que hice exactamente lo mismo que en la bitácora :-). 

Se utilizaron 25 hojas de hilado 9, las cuales fueron dos veces dobladas y cortadas uniformemente. Con un gran alfiler hice 8 agujeros por los cuales pasaría la aguja lanera con la pitilla de algodón, lo cual en sí ya es bastante tedioso, mientras más y más hojas hacía me preguntaba por qué elegí esta costura. 

Fue un trabajo bastante difícil, y gracias al método utilizado. Pasar la pitilla por más de 50 hojas ya era imposible, hacerlo en 100 parecía utopía, por lo que dividí el total de las hojas en 5 partes y las uní como pude con lana gruesa y luego les coloqué cola fría para madera. No obtuve el resultado que quería, ya que varias estaban descolocadas. De todas formas, la tela usada es tan preciosa que estoy feliz con tenerla a mi lado.

Como utilicé el mismo proceso que la bitácora para crear firmeza, el detalle que quise hacer para darle esencia fue cortar fotografías que tenía de una revista que fue tirada a la basura y papeles el cual tenían el mismo destino. 

He aquí el video que demuestra que obtuve la firmeza que tanto esperaba.


🌞. Pincel de rama de colihue. 

Lamentablemente, no es colihue :-( al vivir en Santiago se me ha hecho bastante complicado encontrar específicamente tal rama, y la única vez que logré entrar al estadio Nacional (hay terrenos grandes en la parte trasera, por lo que pensé que podría adquirir) recorrí rápidamente el lugar y encontré sólo esta rama; traté de hallar algo lo más parecido, pero los guardias me sacaron cascando. 

Con un cuchillo cartonero afilé una punta, obteniendo un buen resultado ya que pintó a la primera sumergida de tinta china. 









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